Fin de las vacaciones

Así es, dos semanas que se pasaron volando, pero que siento que sirvieron un montón para estar en familia. Desde convivir con mis papás y hermana, con todos los vaivenes que eso implica, hasta retomar y encontrar momentos para charlar con mi mujer, y jugar y enseñarle a mi hija.

Mañana volvemos al trajín. Ojalá no me olvide de lo importante: apuntar nuestras energías para adentro, conservar lo mejor para nuestro nido... y que siempre, la mejor parte de mi día, empieza cuando vuelvo después del trabajo a casa.

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