¿Cómo no creer?

Ayer hablando con un amigo (bueno, en realidad no era un amigo, era la psicóloga), me dijo: - ¿y qué sentís cuando salís a pasear con tu familia? Y yo sin pensarlo contesté: -Me siento orgulloso; mi mujer es hermosa, y mi nena es una dulzura. Mi mujer está cada vez más linda con su pancita, y me siento el rey de los hombres. Estoy seguro que todos me envidian... Asintió, sonrió, y me dijo: -Mirá vos... qué bueno!

Por si no les conté, mi mujer es una mamá leona. Por qué? no me alcanzaría todo el blog para escribirlo... pero si tuviera que poner algunas cosas: porque cuida a sus cachorritos con uñas y dientes porque es una luchadora porque es incansable porque en casa siempre todo funciona porque es la esposa del rey (o sea yo) Porque en el camino de la vida las cosas no siempre fueron y son derechitas, y ella me enseñó y enseña a poner todo el corazón atrás del sueño que marca tu norte. Y ahí estamos, con una cachorrita de 2 añitos, y con otro cachorrito en camino. Con todo lo que nos costó.  Dios es muy bueno con nosotros, nos sigue bendiciendo. Si Dios nos bendice, tan mal no debemos estar haciendo las cosas.  A mi leona y reina, salud!