Los diablos de nuestro corazón
"No por esa puerta- le dijo con mucha dulzura-. Esa puerta lleva al infierno. Bohum, tambaleándose, se recostó en el muro, y miró a Brown con ojos de espanto. -¿Cómo sabe usted todo eso?- gritó-.¿Es usted el diablo? - Soy un hombre -contestó gravemente el Padre Brown-. En consecuencia, todos los diablos residen en mi corazón ." (El candor del Padre Brown, Gilbert K. Chesteron, El martillo de Dios).